Bajo la ducha me encontrè con mi dermatitis. Que feo enfrentarse con esa parte de uno, la parte que no nos gusta. Por que puede que hayan muchas cosas de uno que no le gusten a uno mismo...pero definitivamente hay unas que se presentan de forma concreta, en especios intimos e inequivocables, de alguna forma indelebles. Mi dermatitis es eso. Hace eso. Se presenta en frente mio, y yo desnuda bajo el agua de la ducha. Sin ninguna posiblidad de defenderme de ella o de esconderme. Y a lo mejor ni està tan brava, inclusive està timida. A lo mejor ni es su culpa y es el frìo que la trajo hasta aqui. Pero està. Y al mirarla no puedo simplemente ver a ella, no puedo dejar de ver todo lo que representa. En ella no puedo dejar de ver a mi madre, no puedo dejar de ver todos los diferentes colores y estampas de todos los azulejos de las diferentes duchas en cuales nos hemos encontrado. No puedo dejar de ver todos los aeropuertos por los cuales he pasado. No puedo parar las lagrimas que se me salen de los ojos. Y siempre que hago algo bien, hago algo mal. Y lo siento.
Tuesday, 9 March 2010
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